martes, 22 de abril de 2014

MÚSICA INDEPENDIENTE EN ECUADOR

Este blog es creado con el fin de promover una verdadera cultura musical en el país con identidad propia. Son muchas las bandas independientes que han formado parte de esta historia, y es tan evidente que la falta de apoyo ha hecho que muchas de ellas se estanquen o simplemente desaparezcan, dejando un vacío en sus seguidores y en la escena musical del país. Pero es esta misma trayectoria la que ha abierto las puertas a nuevas bandas, a nuevos músicos dispuestos a ofrecer propuestas sonoras innovadoras.

Ahondando por la red, hemos encontrado información muy valiosa; sobre todo una nota que hace referencia  a este tema y de la cual hemos extraído gran cantidad de información para esta parte introductoria de nuestro Blog. La nota fue escrita por Edgar Castellanos, integrante de la banda Mamá Vudú y queremos concluir este breve preámbulo citándoles una frase escrita por él en este articulo: 

"No olvidemos que la identidad viene por la capacidad de los pueblos de generar su propio camino."







HISTORIA DE LA MÚSICA INDEPENDIENTE EN EL ECUADOR



ANTECEDENTES

Con la popularización de las radios FM en  los años 70s en Ecuador se permite la difusión masiva de nuevas tendencias internacionales como el rock pero crea un vacío en la difusión de música tradicional. En esta época se realizan los primeros festivales de rock en Quito, tanto en la Villaflora como en La Carolina.
A mediados de la década de los 60s, las subculturas generadas del rock empiezan a auto organizarse para producir obras alejadas del flujo comercial imperante (mainstream).
A finales de los 80s en Guayaquil, se forma la primera banda punk rock del Ecuador: Los Descontrolados.



EL MOVIMIENTO INDEPENDIENTE EN ECUADOR

Durante los años 80s el rock se consolida como la tendencia musical más importante del mundo y  en Latinoamérica haciendo que en las radios se escuche a  Soda Stereo, Miguel Ríos o Charly García.

En 1990 los conciertos autogestionados empiezan en ciudades como Quito, Guayaquil y Ambato. En quito empiezan algunos bares a organizar conciertos pequeños con bandas locales y en plan clandestino, pero debido a las restricciones suspendían los eventos ya sea por escándalo público o incumplimiento de requisitos y garantías o atentar contra la moral lo que lleva a inventar espacios “alternativos” para seguir tocando. Así aparecen lugares como El sótano en Quito o el Sitio en Ambato.

En 1987 se inicia la realización del Festival “Al Sur del Cielo” que es un espacio autogestionado orientado a los estilos más antiguos del rock: Heavy, Metal, Trash, Gótico y Hardcore. En 1994 se realiza en Luluncoto (Quito) un festival de rock alternativo, convocado y organizado por las mismas bandas. Al cual  llegan cerca de 8.000 personas.

Siglo XXI, el movimiento rockero nacional se ha establecido y bandas importantes empiezan a hacerse notar fuera del país pero la mayoría de medios de comunicación siguen dando la espalda a esta tendencia masiva que ha ido adquiriendo una identidad propia.

En 2003 Aparece el Quitofest como resultado del trabajo de las bandas ecuatorianas en busca de nuevos espacios de actividad. Este evento ha logrado visibilizar todo el movimiento subcultural del país que mantiene infinidad de actividades en relación a las culturas urbanas. El Quitofest sin duda marco la diferencia en la escena musical independiente, hoy en día se realizan con frecuencia varios festivales como El Carpazo, que en este año 2014 llevará a cabo su segunda edición.



ACTUALIDAD


Los impuestos y costos de producción, complican el proceso de profesionalización de los músicos, además los escasos espacios serios de difusión y de locales han llevado a algunos músicos a dedicarse a hacer bandas de covers o tocar estilos ajenos a sus gustos. Sin embargo, la ética del rock sigue alentando a la gente a llevar a la música como una forma de vida y no como un espectáculo. La auto-organización ha permitido que colectivos como Alarma (hard core) o el movimiento rastafario puedan mantener una agenda anual de conciertos hechos con seriedad y respeto al público. Lo que se espera para un futuro es  un apoyo de radios y televisión a la música que se hace en el país, pese a que esto genere una contradicción por difundir de manera masiva la propuesta independiente. La mejor manera de apoyar e incentivar a las bandas nacionales es convertirnos en verdaderos fans de nuestra música.

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